La naturaleza provee agua, alimentos, aire limpio, temperaturas soportables, control de plagas y oxígeno. ¿Qué haríamos sin ella?
Existe un vínculo innegable entre el bien estar de la naturaleza y su biodiversidad con el bien estar humano. Pues, la naturaleza y sus componentes provee a nuestra especie (y a todas las demás) todo lo que es esencial existir.
Cristian Echeverría, doctor en Ecología del Paisaje y profesor titular e investigador de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, armó para el Diario Concepción que; “en medio del vínculo, están los servicios ecosistémicos, recursos que proveen los ecosistemas para el bienestar humano”, dijo. “Cuando los componentes de la naturaleza funcionan, provee servicios importantes para el bienestar humano. Si se alteran estos componentes, se pierden los servicios y afecta al humano en diferentes formas”, concluyó.
Naturaleza y equilibrio
Los servicios ecosistémicos son tan variados como las especies de ora y fauna que existen y que consumimos los humanos, muchas veces, en proporciones desmedidas. No tomando en cuenta que estos mismos servicios o “recursos” cumplen un rol crucial en el ambiente en que habitan.
Echeverría destacó para Diario Concepción, que el equilibrio en los ecosistemas implica que exista una cadena trófica con capacidad de controlar plagas y enfermedades. Pues, hay depredadores (y también hospedadores) de organismos que pueden ser causantes de problemas y desbalances. “Cuando hay una alteración de la biodiversidad se pierde el equilibrio y los ecosistemas también pierden la capacidad de regular, esto termina trayendo consecuencias negativas para el ser humano”, alertó.
Árboles y agua
Mucho se habla de la importancia de la presencia de árboles nativos en Chile, sin embargo, es necesario profundizar en el rol que ellos cumplen para que el agua sea una posibilidad.
El doctor explicó a Diario Concepción que “la presencia de bosques nativos permanentes en lo largo de las cuencas y cursos de agua (en Chile) regulan el flujo de los caudales. Perder estos bosques afecta la regulación de los caudales y eso tiene como consecuencia que la gente no tenga agua”.
Aire y oxígeno
Es gracias a la flora que tenemos aire para respirar, pues produce el oxígeno que el cuerpo necesita. Es interesante que el doctor Echeverría destacó a Chile por su rica biodiversidad y alto endemismo, sin embargo, mostró preocupación por lo mermada que está nuestra naturaleza. “Nos hemos encargado de deforestar y destruir bosques y hábitats de tantas especies que, por ejemplo, podrían tener potencial medicinal”, lamentó. “Y de muchas quizá nunca se sepa”.
En este sentido, Echeverría relevó el caso del Quillay, un árbol que se ha estado estudiando debido a su potencial para desarrollar una vacuna contra el Covid-19. “Lamentablemente, según estudios en nuestro laboratorio, en los últimos 30 años han ido desapareciendo los bosques naturales de esta especie en la zona central”. Además, hallaron que un 73% de la flora nativa está bajo amenaza constante, y una situación similar pasa con especies de anfibios y reptiles”, advirtió el Doctor a Diario Concepción.
Acuerdo de Escazú
A propósito del tratado internacional respecto a protocolos para la protección del medio ambiente, el acuerdo de Escazú, generar políticas públicas y robustecer las existentes para el resguardo de la biodiversidad es fundamental. Sin embargo, cuando oportunidades como esta se dejan pasar en un país, son sus ciudadanos quienes tenemos el deber de generar el cambio desde la sociedad y el empresariado.
Los ecosistemas medioambientales cumplen diversos roles interconectados que forman una red vital para el funcionamiento del medioambiente en su totalidad. Nivelando temperaturas, controlando plagas, llenando de agua los lagos y ríos, etc. Son estos los que se están viendo fuertemente alterados por el cambio climático y el calentamiento global, provocados por los excesos industriales de un mundo anticuado. Un mundo que está cabiando, lento, pero en marcha. Y es necesario que todos nos subamos al tren de este cambio lo antes posible.
A fin de cuentas, no vivimos con la naturaleza, sino gracias a ella. Y hacer todo lo que está en nuestras manos para cuidarla, es nada menos que resguardar la vida humana.